Mallorca
ofrece infinidad de rincones y singladuras por descubrir. Si
bien es cierto que mucha parte de su costa está muy urbanizada y
en verano se llega a convertir en un verdadero hervidero humano,
no es menos cierto que el litoral mallorquín nos brinda
igualmente muchas zonas totalmente solitarias y poco
frecuentadas, ideales para aquellos navegantes deseosos de
encontrar paz y tranquilidad.
Sus calas son de una belleza
fascinante, pero también esconden grandes peligros. No es raro
que un cambio de climatología o de viento repentino pueda
cambiar rápidamente las condiciones de seguridad y fondeo en una
cala. Debemos estar alertas y levar anclas sin miramientos en
caso de ponerse peligroso la permanencia en un fondeo que quizás
hacía unas horas parecía muy cómodo y seguro.
Navegación en la Bahía de Palma hacia Cabo Blanco
Son unas
aguas con mucho tráfico de embarcaciones, por lo que debemos
andar con ojo. Debemos estar especialmente atentos a la sonda ya
que muchas zonas cercanas a los náuticos e incluso estos no
calan más allá de los 2 metros. Con vientos del SurOeste y
navegando cerca de costa debemos estar atentos al oleaje y tener
mucho cuidado con los fondos. No existen refugios seguros en
esta zona, pero la profundidad de sonda aumenta a medida que nos
acerquemos al Cap Blanc. Para pasar la noche debemos alcanzar
las grandes calas situadas en la zona de Cala
Pi.
Cala Pi
Se trata
de una cala sin demasiada protección de la que debemos salir
inmediatamente si el tiempo se pone feo, En condiciones normales
no valdrá perfectamente para pasar la noche. En verano es muy
concurrida y debemos utilizar amarras de popa y echar dos anclas.
Es muy bonita con aguas transparentes y tonalidades turquesas.
En la urbanización contigua encontraremos supermercado, farmacia
y otros comercios y restaurantes.
Navegar de Cala Pi hasta la
Colonia St. Jordi
Una costa
bonita donde las haya, con aguas de cristal y playa de arenas
blancas, rodeadas de verdes pinares que contrastan con los
turquesas de las aguas. No existen resguardos seguros a todos
los vientos y aunque las calas son de película, conviene
acercarse a Isla Gabina y
Redona. Existen fondos de sonda
desigual y variable, por lo que debemos seguir atentos a la
sonda. No deje de darse un baño en la preciosas Calas
Figuera, Antegora y en la de
Mondragó, auténticas joyas de esta parte
del litoral. Al Este de la colonia de San Jordi podremos
localizar otros sitios para pasar la noche, entre los Islotes de
Guardis y el de Moltona. Las aproximaciones necesitan siempre de
buen grado de atención.
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Desde Cabo Salinas a Cala D’or
y Porto Petro
Encontraremos numerosas calitas de indudable belleza en las que
lo más divertido es recorrerlas con la auxiliar para podernos
acercar justo encima de sus caprichosas formas esculpidas en la
roca. Cala Tugores, Cala
Marmol, S’Almonia son ejemplos de ello.
En Porto
Petro podremos fondear libremente sobre un fondo de rocas a
estribor de la entrada. En el lado contrario también existen dos
brazos en los poder también fondear. Cuidado con el ancla que
puede garrear con enorme facilidad. En Cala D’Or, podremos
también fondear y amarrar pero está tan terriblemente
concurrido en
verano que casi merece la pena pasar de largo.
Hasta Porto Cristo pasando por
Porto Colom
Varias
calas alucinantes como la de Mitjana (no confundir con la de
Menorca de mismo nombre) o la Cala Sa
Nau. Lo tienen todo,
brazos serpenteantes, colorido, transparencia, y playitas en su
fondo final. Al llegar a Porto Colom, nos sorprenderemos por la
seguridad que transmite su fondeo. Su fondo de lodo gris permite
un agarre excelente del ancla. Es un lugar idóneo para
resguardarse de un temporal.
Hasta
llegar a Puerto Cristo recorreremos mucha costa durante la cual
veremos tramos bastante urbanizados, calas muy interesantes y
zonas casi vírgenes, todas ellas expuestas a que un cambio de
viento nos obligue a levar anclas y hacernos a la mar a media
noche en busca de lugares más seguros.
Aunque
también las encontrarás en toda Mallorca, especialmente en este tramo de costa
aparecen numerosas formaciones de cavernas debido a la
morfología del terreno. Como las famosas de Portocristo, pueden
llegar a ser espectaculares. Cerca de Cala Petita está la
Cova
des Xuetes y en Cala Blanca encontraremos la des Pont. Los
alrededores de Cala Falcó son un verdadero queso de gruyere,
como las del pirata o la Cova del Moro.